El Internet de las Cosas: el futuro de la logística

No hay duda de que, hoy en día, las nuevas tecnologías forman parte de nuestra vida cotidiana y mejoran, en muchos aspectos, nuestra calidad de vida. Sin embargo, existe un futuro -cada vez menos lejano- en el que todos los objetos que utilizamos en nuestro día a día estarán interconectados a través de Internet, revolucionando por completo la forma en la que entendemos el mundo… Ése será el momento en el que la tecnología conocida como Internet de las Cosas (en inglés, Internet of the Things o IoT) haya llegado a nuestras vidas.
Cuando hace unos años sólo era una tendencia a tener en cuenta, hoy podemos decir finalmente que el Internet de las Cosas ha despegado; de hecho, los últimos estudios realizados afirman que, para el 2020, el mundo estará conectado a través de 20,8 billones de dispositivos digitales, una cifra que aumentará todavía más en la próxima década. El Internet de las Cosas traerá una transformación radical, tanto para el funcionamiento de las ciudades en general, como para el funcionamiento de sectores específicos, entre los que destacan el transporte y, cómo no, la logística. ¡Te lo contamos!
Pero… ¿qué es exactamente el Internet de las Cosas?
El Internet de las Cosas es una tecnología que pretende cambiar la relación entre los objetos y las personas mediante una conexión a Internet. Es un concepto que surgió en 1997 en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y que, en sus aplicaciones más básicas, pretende la comunicación con el ser humano de aparatos tan diversos como bombillas, televisores, aspiradoras, neveras y todo tipo de electrodomésticos, a fin de que éstos puedan aportarnos datos útiles (por ejemplo, que la nevera nos avise de la fecha de caducidad de un producto).
Sin embargo, en los últimos años, el concepto ha avanzado para hacer posible su aplicación en multitud de sectores, basándonos en que, con el Internet de las Cosas se podrá medir parámetros y extraer información sin necesidad de interacción por parte de las personas y conseguir que esos datos viajen a un centro de procesamiento para permitir tomar decisiones en tiempo real. Teniendo en cuenta esto, no hay duda de que la logística integral, desde la gestión de los almacenes hasta el proceso final de distribución y transporte, será uno de los sectores más beneficiados por el Internet de las Cosas; de hecho, CISCO calcula que el 25% del valor generado por el IoT estará vinculado a la logística y el transporte.
Beneficios del Internet de las cosas en la logística
Pensando en los múltiples beneficios que puede tener el Internet de las Cosas en la cadena de suministro, es imposible no pensar en su impacto sobre la logística en ecommerce. Incluso desde antes de que el consumidor online hace ‘clic’ en comprar, se activa todo un proceso logístico que, gracias a esta tecnología, experimentará una notable mejoría en el funcionamiento, rapidez y eficiencia de cada una de sus fases. Algunos ejemplos son:
– Mejora en la gestión de los almacenes. El IoT presenta un futuro en el que las estanterías están repletas de sensores que recogen toda la información del producto (peso, dimensiones, unidades…) y permiten una mejor gestión del stock gracias al seguimiento en tiempo real de todos los movimientos, entradas y salidas, nivel de existencias, comunicación con otros almacenes, tiendas, etc. Además, será posible mejorar la eficiencia del almacén en todos los niveles: desde el control de los costes (por ejemplo, con sensores que regulen la luz según las condiciones visuales), hasta el control de los tiempos destinados a cada tarea y el espacio aprovechado (ya que será posible un ‘slotting’ en tiempo real, que determine la mejor posición de cada mercancía, en cada momento y de forma automática, en función de multitud de variables).
– Mejora en la gestión de flotas de transporte y el reparto en la última milla. Gracias al Internet de las Cosas, se podrán hacer cosas como conocer la ubicación de cada vehículo en cada momento (permitiendo así determinar qué conductor es el más adecuado para hacer una entrega o recogida); determinar qué ruta se debe seguir en cada momento -en función del tráfico y otros factores que afecten a la mobilidad urbana- para que el proceso de entrega sea lo más rápido posible; o mejorar la efectividad de las entregas mediante sistemas que informen de si el comprador está o no en casa, o el uso de buzones inteligentes -con sensores de peso- que avisen de que hay una mercancía lista para recoger.
Sin duda, la aplicación del IoT en logística tiene posibilidades infinitas y abre la puerta a una reducción de tiempo y costes en la que el mayor beneficiado será el comprador final. Mejorar la experiencia y el valor ofrecido al cliente es uno de los aspectos a potenciar para el ecommerce, que ya ha encontrado en el Internet de las Cosas a su mejor aliado.
Gabriela
Esta pandemia por Covid 19 impulsó en gran manera la conectividad. En medio del distanciamiento físico por evitar el contagio, nos hemos aferrado a las formas digitales de comunicación. Este es el gran comienzo de la era del Internet de las cosas.