Con actitud ya somos grandes

La ACTITUD positiva según la Escuela Superior de Desarrollo y Actualización Profesional (ESDAP) de la Universidad Galileo significa; elegir, pensar de forma constructiva, objetiva y sana. Según Winston Churchill:
[no_blockquote text=”La actitud es una pequeña cosa que marca una gran diferencia. -Winston Churchill” text_color=”” title_tag=”h5″ width=”” line_height=”” background_color=”” border_color=”” show_quote_icon=”yes” quote_icon_color=”” quote_icon_size=””]
Ambas definiciones son muy válidas y, aunque no sea tan técnica, personalmente me gusta más esta última.
Cuando nos enfrentamos a un problema podemos afrontarlo de dos maneras; con la ACTITUD de resolverlo o con la de abandonar y rendirnos. La segunda opción, probablemente sería la más cómoda aunque es posible que el resultado no sea el que deseamos.
Los cambios suelen generar incertidumbre, solemos estar expectantes y con miedo a lo que pueda ocurrir. Si ese cambio lo abordamos con la idea de que puede ser una oportunidad para mejorar, avanzar y aprender, es que la ACTITUD con la que lo afrontamos es positiva, en cambio, con una ACTITUD negativa lo veremos como un problema.
Para obtener resultados positivos: Buscaremos opciones ⇨ Elegiremos una de esas opciones ⇨ Obtendremos un resultado, si el resultado no es válido volveremos a elegir otra opción hasta conseguir un resultado que sea válido.
Lo resumo en el siguiente gráfico:
En este mundo tan cambiante que avanza a una velocidad vertiginosa, no podemos quedarnos en frases como: “es que siempre lo he hecho así…” o “a mí me ha funcionado hasta ahora, para que lo voy a cambiar” ya que probablemente nos quedemos rezagados o incluso que “muramos”.
Yo que soy una gran fan de Juego de Tronos, me encanta la frase “o ganas o mueres” y me voy a permitir transformarla en “o cambias o mueres”.
Tenemos que ser proactivos, no esperar a que pasen las cosas para reaccionar, seguro así, conseguiremos mejores resultados, incluso situaciones desagradables no pasarían si nos anticipamos a que ocurran. ¿Por qué nos resignamos? Si queremos que las cosas cambien tenemos que hacer que cambien y ¿cómo lo hacemos? haciendo cosas diferentes o haciéndolas de forma diferente. Si pensamos “¿Y por qué lo tengo que cambiar yo?”, esta es la ACTITUD que no nos hará avanzar.
Adaptarse a los cambios es la base para poder avanzar, de nada nos sirve estar pensando que era mejor lo que teníamos porque eso ya forma parte del pasado: “el ahora ya es pasado”.
Pensar en positivo, ser constructivo, buscar soluciones, no rendirnos, colaborar son opciones que afortunadamente podemos elegir y que marcan tener una ACTITUD positiva.
La ACTITUD positiva la podemos llevar todo el día “puesta”, seguro que seremos más felices y haremos más felices a quienes nos rodean.
Cuando vemos a personas que se pasan el día sonriendo, podemos llegar a pensar que no tienen problemas (“si tuviese mis problemas seguro que no sonreiría tanto”), pero, muchas veces, sólo es un conjunto de cosas que manifiestan tener una ACTITUD positiva.
[no_blockquote text=”Una persona feliz no tiene determinado conjunto de circunstancias, sino un conjunto de actitudes. -Hug Downs” text_color=”” title_tag=”h5″ width=”” line_height=”” background_color=”” border_color=”” show_quote_icon=”yes” quote_icon_color=”” quote_icon_size=””]
Incluyo la siguiente parábola que refleja el por qué no hay que rendirse nunca ante las adversidades, que sólo con ACTITUD se pueden conseguir incluso cosas que parecen imposibles a priori:
Parábola de los dos ratones
“Dos ratones cayeron dentro de un jarro que estaba lleno de leche.
Al ser el borde del jarro demasiado alto, quedaron atrapados en el recipiente y no les quedaba otra opción que nadar frenéticamente para evitar que se hundieran. Llevaban nadando más de dos horas cuando uno de los dos perdió toda esperanza y abandonó la lucha. Dejó de nadar y se ahogó.
El otro ratón estaba también muy cansado, pero decidió seguir luchando hasta el límite de sus fuerzas. Nadó y nadó sin descanso. Cuando ya no le quedaba fuerza alguna, de repente la leche se convirtió en mantequilla y el ratoncillo, apoyándose sobre esta materia más sólida, pudo saltar por encima del borde y escapó.”
Hace poco, en una charla con ‘Jóvenes Empresarios’, un compañero de trabajo al que admiro mucho y al que nunca me canso de escuchar, manifestó que un empresario a la hora de contratar a alguien para un puesto de trabajo debería valorar la ACTITUD por encima del CV, ya que las aptitudes o conocimientos de las funciones se pueden aprender, mientras que la ACTITUD o se tiene o no se tiene y, si se tiene, todo lo demás vendrá solo. Eso mi hizo reflexionar y recordar una charla que vi de Victor Küppers y que se las comparto aquí:
Si todos tenemos una ACTITUD positiva, actuamos de forma proactiva y a eso le sumamos el trabajo en equipo y el compañerismo seremos un equipo invencible.